Estos costes ya se han producido, por tanto, tenerlos en cuenta es erróneo porque en la decisión sólo se deben considerar los costes y beneficios presentes y futuros, nunca los pasados, que son irrecuperables.
Dos amigos “El Glori” y “el Flaco” se disponen a ir a un concierto en una calurosa noche de verano. No están especialmente ilusionados, pero Glori tiene ya su entrada comprada por 15 euros y al Flaco le han regalado una.
En el último momento, reciben una llamada de su amigo “Coyote” que le invita a su casa con piscina y barbacoa a la celebración de una fiesta de cumpleaños de las que se recordarían durante décadas
La conversación entre Glori y Flaco es más o menos la siguiente.
Flaco: - Bueno, obviamente vamos a la fiesta, el concierto no pinta muy bien y esta fiesta de cumpleaños tiene una pinta espectacular.
Glori: - Pero ya he comprado mi entrada por 15 euros y no quiero tirar el dinero a la basura.
Flaco: - Pero esta fiesta va ser mucho mejor. Glori tío, los juglares harán canciones sobre esta fiesta, se escribirán epopeyas sobre lo que pase hoy.
Glori: - Claro, a ti te han regalado la entrada y no pierdes por irte a la fiesta. Yo he pagado 15 euros y no es lo mismo. Ve tú si quieres, yo me voy al concierto.
Lamentablemente el Flaco no pudo convencer al Glori de ir al cumpleaños. Glori analizó el principio del coste de oportunidad y pensó que prefería 15 euros antes que ir a la fiesta. Si hubiera tenido más conocimientos económicos probablemente se hubiera dado cuenta de su error. El problema del Glori es que su análisis es incorrecto. Ir a la fiesta no supone perder 15 euros.
De esta manera, el análisis del Glori debería ser diferente. Los 15 euros ya están gastados y son irrecuperables, por lo tanto, nos olvidamos de ellos. Vamos a pensar solo en los beneficios y costes de ir al cumpleaños y de ir al concierto.
Es obvio: los costes de ir al concierto y a la fiesta son 0 en ambos casos y los beneficios del cumpleaños son mucho mayores. Glori debería haber ido a la fiesta porque no iba a perder 15 euros como él decía (ese dinero ya estaba gastado y era irrecuperable). Lo que si se perdió fue un cumpleaños antológico, pero esa… es otra historia
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